El técnico de la Selección Mexicana, Jaime Lozano, abrió las puertas del combinado a jugadores naturalizados desde sus discursos iniciales en el puesto y el colombiano Julián Quiñones fue el primer ‘invitado’ a los entrenamientos del equipo nacional, toda vez que espera su carta de naturalización para materializar el objetivo de defender dicha camiseta a nivel internacional, una vez rechazada la última convocatoria del seleccionado sudamericano.

Con la postura clara desde sus primeros duelos en el banquillo de la Selección Mexicana, Jaime Lozano ha variado ligeramente el fondo del mensaje pues, al inicio de la Copa Oro, aseguró que su apuesta estaba «más por el nacional que por el ‘extranjero'», mientras que un mes más tarde indicó que «no hay mexicanos A ó B».

«La selección es de todos, todos somos mexicanos; no hay mexicanos A ó B. Así lo vamos a ver en este proceso, que lo sepa todo México y todos los jugadores. El que tenga las ganas de venir, el que mejor defienda a su país y el que mejor lo pueda representar es el que va a estar», expresó el 11 de agosto en entrevista institucional.

Bajo estas afirmaciones del técnico nacional, Julián Quiñones cumple con los ‘requisitos’ para un futuro llamado a la Selección Mexicana una vez que finalice el proceso de naturalización, pues el delantero del América actualmente se posiciona en el segundo peldaño de mejores anotadores con cuatro dianas, al igual que el atacante de Toluca Juan Pablo Domínguez, quien también es elegible por México pero posee menos experiencia y palmarés.

Además de Julián Quiñones, la Liga MX cuenta con futbolistas extranjeros que resaltan en sus respectivas posiciones y no son tomados en cuenta por sus respectivos combinados pero, ¿tienen cabida en la Selección Mexicana?

El centrocampista español de 26 años puede jugar como pivote gracias a que posee amplia visión de juego, buen regreso en defensa y adaptabilidad a diferentes escenarios, sin embargo, el fino trato a la pelota, alta efectividad en pases y movilidad en su zona lo hacen un volante por izquierda sumamente completo, aunque lo anterior no le garantiza un hipotético sitio en el once estelar de la Selección Mexicana, pues es la zona del campo con mayor número de piezas.

En el combinado nacional mexicano, el puesto como mediocentro de contención es habitualmente ocupado por Edson Álvarezy la tendencia indica que no se moverá de sitio, pues su nivel se ha catalizado gracias a la rápida adaptación y titularidad que encontró en West Ham United, con apenas un partido desde el banquillo y dos de gala.

Otra de las opciones como centrocampista defensivo en la Selección Mexicana es Luis Romo, quien actuó en dicha posición durante algunos duelos en la Copa Oro, sin embargo, al igual que Álvaro Fidalgo, su mejor futbol parte desde un interior, sin mencionar los picos de irregularidad que muestra sobre la cancha.

Como interior por izquierda, la situación para Álvaro Fidalgo puede tornarse favorable ante Luis Chávez pues son de corte similar, además que el exjugador del Pachuca cuenta con la ‘desventaja’ de militar en el futbol ruso, que hará más complejos sus traslados y lo aleja de los reflectores que otorga la Liga MX, una competición con mayor relevancia en el plano internacional o baje su nivel competitivo.