Si se condonan, se hacen reducciones o se usan estrategias fiscales hay un riesgo latente de que los beneficios de la inversión no lleguen a donde tengan que llegar. Hay una falsa creencia en que las concesiones fiscales sean determinantes al momento de realizar una inversión; lo realmente importante es la infraestructura, la conectividad en aeropuertos y puertos.
La inversión que Tesla, fabricante de automóviles eléctricos, realizará en Nuevo León requerirá el apoyo del gobierno estatal para el desarrollo en infraestructura con lo cual se podrían condonar o reducir el pago de impuestos locales, de acuerdo con Oxfam México.
Si se condonan, se hacen reducciones o se usan estrategias fiscales para reducir el pago del Impuesto sobre Nómina (ISN) hay un riesgo latente de que los beneficios de la inversión no lleguen a donde tengan que llegar y el beneficiado sea la empresa misma que está poniendo su inversión en el país, dijo Carlos Brown, director de investigación y fiscalidad en Oxfam México.
“Tesla es de las empresas que suelen utilizar mecanismos para reducir el pago de los impuestos en donde opera (…) Quizá sí haya generación de empleos, pero el beneficio a lo común no pudiera ser tan grande como se pudiera pensar”, comentó.
Brown Solá explicó que hay una falsa creencia en que las concesiones fiscales sean determinantes al momento de realizar una inversión de dicho tamaño porque lo realmente importante es la infraestructura, la conectividad en aeropuertos y puertos; así como el capital humano y los salarios a pagar.
Los riesgos son las concesiones y los regalos que les demos a cambio de muy poco. Las finanzas en Nuevo León son muy endebles, como las de todo el país salvo Ciudad de México”, dijo.
El director de investigación mencionó que si las concesiones fiscales fueran el factor principal para detonar la inversión, Paraguay y Somalia serían grandes hubs de innovación y atracción de inversiones porque son los que tienen las tasas impositivas más bajas de América Latina y África, respectivamente.
Hace unos días, Samuel García, gobernador de Nuevo León, comentó en rueda de prensa que en esta semana llegará el equipo jurídico de Tesla para revisar el tema de los incentivos para construir la gigafactory en Santa Catarina.
Cabe recordar que cuando se construyó en Nuevo León la fábrica de Kia Motors, empresa coreana que fabrica automóviles, el gobierno de Rodrigo Medina otorgó incentivos fiscales como la exención en el pago del Impuesto sobre la Renta (ISR), del Impuesto al Valor Agregado (IVA), del ISN y otros que no estaban comprendidos por la ley, lo cual significaba una erogación de casi 4,000 millones de pesos.
No obstante, el gobierno de Jaime Rodríguez y Kia tuvieron que llegar a un acuerdo por los incentivos otorgados con el cual hubo una donación de los terrenos en el municipio de Pesquería, propiedad del gobierno estatal, y hubo una reducción de 95% del ISN por cinco años, entre otros.
Sector manufacturero
Sumado a lo anterior, Brown Solá comentó que la planta de Tesla en México entraría en el sector manufacturero el cual ya recibe bastantes beneficios fiscales como son las exenciones o los regímenes especiales.
“Mucho del sistema tributario mexicano está alrededor de beneficiar a este grupo de empresas en particular. Por ejemplo, muchas están asentadas en la frontera norte y tienen un régimen especial de ISR o IVA. Además están en un territorio que tiene una ventaja mayor que el resto del país”, dijo.
Las empresas de la industria manufacturera acapararon 66.2% de las devoluciones de IVA en el 2022. El monto devuelto sumó 530,298 millones de pesos al cierre del 2022, lo que representó un incremento anual de 28.1% en términos reales.
Derrama económica, un mito
El gobierno mexicano prevé que Tesla invierta 4,500 millones de dólares como parte de una primera etapa en su nueva planta; sin embargo, esta derrama económica no quiere decir que beneficie a toda la población.
Brown explicó que, con base en evidencia, son unos pocos quienes realmente se ven beneficiado de las inversiones de gran calado dado que así está diseñado el sistema en México. “Ahí está el riesgo más latente de esa falacia de creer que la derrama económica llega a todas las personas”.
El integrante de Oxfam sostuvo que se tiene que repensar el sistema tributario de tal manera que absorba mucho de los impactos, que permita que sí se pague de manera justa por los impactos de las ensambladoras lo económico, ambiental y de salud.