El Real Madrid de este año tiene una mezcla entre ilusionante y esperanzador con un color futuro que hace que el madridismo respire alegría de cara a los próximos años. Y eso que, ojo, puede ser un año de transición si finalmente Florentino Pérez no ficha a Kylian Mbappé. A continuación explicamos el por qué.
Los fichajes de este año tienen un componente claro: mejorar el rendimiento inmediato y ampliar el fondo de armario de la plantilla. Joselu, Brahim Díaz y Fran García son tres ejemplos de jugadores comprometidos y que ya tienen cierta experiencia. Lo de Brahim es la confirmación de la apuesta que en su día hizo el Madrid cuando se lo birló al Manchester City. Tras dos años de aprendizaje en Italia, el joven malagueño llega con ganas y con una calidad infinita para aportar al equipo.
El caso de Joselu es un refuerzo de experiencia que conoce la casa y que llega para reemplazar, en principio, el rol de Mariano Díaz. Con él, Ancelotti gana compromiso, gol y madridismo, ya que es uno de los productos de La Fábrica. Otro producto así es el de Fran García. El lateral izquierdo empezará como titular ante la enésima lesión de Ferland Mendy, algo que le otorgará confianza en el equipo.
Sobre Arda Güller poco sabemos más que, estos días, está pendiente de un tratamiento conservador para saber si se le opera o no de sus problemas con la rodilla. Y sí, sobre Jude Bellingham… ¿Hace falta decir algo más? Tiene planta, físico, calidad y juventud. Y ganas de triunfar. Cuando debutó en el Rose Bowl de Pasadena en la gira por USA parecía que llevaba jugando en el Real Madrid muchos años. Será el mejor fichaje de la década, apunten esto.
A nivel de refuerzos siempre hay una pregunta clave: ¿Y la cantera? Normalmente no es el fuerte del Real Madrid ya que es muy complicado que un canterano pueda subir con el primer equipo y quedarse. Sergio Arribas, por ejemplo, es uno de esos casos y, finalmente, parece que partirá rumbo a la UD Almería. Sin embargo, hay dos jugadores que Carlo Ancelotti tiene entre ceja y ceja.
El primero es Nico Paz, un jugador con un físico imponente y con una clase que no es habitual en alguien de su generación. El argentino viajó a la gira por Estados Unidos y será alguien importante para los merengues: tendrá minutos y opciones para seguir creciendo entre tanto crack. El caso de Álvaro Rodríguez, el uruguayo que cautivó al madridismo en aquel partido contra Osasuna de la segunda vuelta es parecido, aunque será jugador del Castilla para estar preparado cuando Ancelotti así lo requiera.
El resto del año del Real Madrid estará condicionado por el fichaje, o no, de Kylian Mbappé. Ancelotti quiere un 9 porque, de lo contrario, los blancos sufrirán tanto en Europa como en España. Y eso es algo que conoce perfectamente el técnico italiano que, ya el año pasado, pidió un delantero que no se le trajo. Precisamente por eso el Madrid sigue a la espera de que Mbappé y el PSG den la señal para poder acometer una operación que puede ser histórica. Falta mucho para el final del mercado de fichajes y el Madrid sabe que llegará su momento.
Por lo demás, el Madrid seguirá vistiendo de blanco y con la mirada puesta en la re inauguración del Santiago Bernabéu. La fecha será el 23 de diciembre con un espectáculo histórico para los aficionados y para el club. Sin ir más lejos, en el primer partido de Liga en casa, contra el Getafe, el Bernabéu ya tendrá todas las localidades disponibles para que sus socios, por primera vez en años, puedan sentarse donde corresponden sin ningún tipo de problema, ni obras que soportar, 2023 puede ser el inicio de una temporada que, con dos retoques, podría ser idílica para los blancos.